Volver a tu local años después. Cambiar el espacio, pero mantener el nombre. Igual pero diferente, con personalidad. Una imagen sin estridencias pero que destacara por eso mismo. Esas fueron las premisas. Una imagen sencilla, pero con posibilidades. Creamos un logo dando protagonismo a la Q. Y que ese mismo logo nos permitiera un doble mensaje: nombre del local y el concepto bueno (BO), subliminal, aislando las dos letras del resto. Y que el mismo elemento que da protagonismo a la Q sirviese para articular una serie de iconos representativos del producto que se sirve en el restaurante.